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Películas

Patricio Guzmán los cineastas

EL BOTÓN DE NÁCAR

NOTA DEL AUTOR

Hace varios años tenía la idea de hacer algo sobre la Patagonia, pero la lejanía del territorio y la falta de recursos me paralizaron durante muchos años. Finalmente las cosas se pusieron en marcha en 2012 gracias al trabajo de producción de Renate Sachse. Para la realización hemos filmado en un velero al mando de Keri Lee Pashuk y Greg Landreth, los mejores navegantes de la zona. Hemos visitado los glaciares más remotos y las cordilleras más inaccesibles de la Patagonia, que es al archipiélago más extenso de Chile y de la Tierra.

SINOPSIS

El Océano Pacífico contiene la historia de la humanidad entera. Adentro están las voces de la Tierra y también las voces que provienen del espacio. El agua recibe el impulso de los planetas y lo transmite a todas las criaturas… Chile, con sus 4.000 kilómetros de costa, nos propone un paisaje terrestre y humano inquietante. Aquí hay miles de fiordos y cascadas de hielo. Aquí están las voces de los indígenas de la Patagonia, de los primeros navegantes ingleses y también de los presos políticos de la dictadura de Pinochet. Algunos dicen que el agua tiene memoria. Esta película demuestra, claramente, que también tiene voz. 

ESPECTADORES EN FRANCIA

Cifras: 85.000 espectadores en 476 salas del país.
Fechas: del 28 de octubre de 2015 hasta el 31 de mayo de 2016. 

ALGUNAS NOTAS DEL DIRECTOR

LA PATAGONIA OCCIDENTAL DE CHILE

Es el archipiélago más grande del mundo. Se calcula que podría tener 74 mil kilómetros de costa. Nunca ha sido explorado del todo. Se extiende desde el Golfo de Penas hasta las Islas de los Estados (la última punta de Sudamérica). Este laberinto de agua nos recuerda el origen acuático del hombre. Según varios científicos tenemos todavía en nuestro cuerpo algunas huellas de este pasado submarino: el oído interno es un molusco enroscado, el corazón es el encuentro de dos corrientes submarinas, algunos huesos de nuestro cuerpo están retorcidos en espiral, como un remolino.

EL AGUA DEL COSMOS

El agua es un elemento común del Sistema Solar. Se encuentra como vapor de agua en Júpiter y Saturno. Como hielo está en Marte, la Luna, Europa y Titán. Más allá del Sistema Solar hay bastante agua en muchos otros cuerpos celestes. Se ha detectado en casi todo el universo desde varios observatorios chilenos.

LOS HOMBRES DE AGUA

Hacer una película sobre Patagonia me empujó también a filmar la historia de sus habitantes. Algunos oceanógrafos sostienen que “la actividad de pensar se parece al agua gracias a su capacidad de amoldarse a todo”. Tal vez esto explica cómo un grupo humano logró vivir aquí 10 mil años bajo un frío polar. Se calcula que en el siglo XVIII había ocho mil individuos con 300 canoas.

aLGUNOS PERSONAJES

GABRIELA PATERITO

Es la última descendiente de la etnia kawésqar que recuerda la vida de su pueblo con entera lucidez y precisión. Cuando era una niña viajó más de mil de kilómetros en canoa desde Punta Arenas hasta el Golfo de Penas. Gracias al trabajo de divulgación que hace su hijo Juan Carlos Tonko su vida ha salido del anonimato. Vive en Puerto Edén.

CRISTINA CALDERON

Es la última nativa de la etnia yagán y reconocida como un “tesoro humano vivo” por el Consejo Nacional de la Cultura de Chile. Tiene 86 años y se gana la vida haciendo tejidos artesanales. Ha trabajado en la conservación de la cultura yagán. Vive en Villa Ukika, la aldea más austral del mudo.

MARTIN G. CALDERON

Sobrino de Cristina, descubridor de algunas pinturas rupestres de su etnia yagán en la isla Shapine. Es también constructor de canoas al estilo antiguo que aprendió de su padre. Junto con éste cruzó el Cabo de Hornos cuando era un niño.

GABRIEL SALAZAR

Profesor de la Facultad de Filosofía y Derecho de la Universidad de Chile. Premio Nacional de Historia en 2006. Se perfeccionó en Inglaterra donde se doctoró en Historia Económica y Social. Fue torturado en las cárceles de Pinochet. En el año 2011 lideró el apoyo a los estudiantes de Chile.

RAUL ZURITA

Gracias a su obra poética recibió el Premio Nacional de Literatura en el año 2000. Zurita se convirtió en un miembro radical del grupo CADA. Escribió en el desierto de Atacama una frase gigantesca: “Ni pena ni miedo”. En Nueva York cinco aviones escribieron un poema suyo de 9 kilómetros de largo. Fue torturado en las bodegas del barco“Maipo”.

CLAUDIO MERCADO

Creador del archivo de música indígena del Museo Chileno de Arte Precolombino. Fundador del conjunto musical “La Chimuchina”. Antropólogo con mención en Arqueología y Magíster en Musicología. Es intérprete de los cantos tradicionales que ejecuta con grupos de campesinos de la costa y centro de Chile.

LOS FOTOGRAFOS

Esta película no hubiera sido posible sin las notables fotos de Paz Errázuriz que hizo un álbum de los sobrevivientes kawésqar en los años 90. Y también con las imágenes de otros fotógrafos a partir del siglo XIX, tales como el austríaco Martín Gusinde que hizo más de mil fotografías de los aborígenes Selk’nam.

PANORAMA DE LA CRITICA

“Un ensayo estético, poético y político…” (Estadao, Sao Paulo)

“Un viaje de gran belleza por el Cosmos y la Tierra…” (Efe)

“Una gran ovación en la Berlinale” (Deutsche Welle)

“Guzmán es un gran artista y yo diría que este filme es su obra maestra” (Dieter Kosslick, director del Festival de Berlín)

“Nadie ha filmado antes escenas tan poderosas en la Patagonia” (La Tercera)

“Una película de un poder innegable” (The Hollywood Reporter)

“Terrence Malick y Patricio Guzmán, dos maestros de la imagen poética” (Euronews)

“Un filme excepcional, una obra importante” (Cineuropa)

“El maestro Guzmán fascina” (El País)

“Guzmán integra las ideas en un conjunto increíblemente coherente y fluido” (FilmDeCulte)

“Uno de los más grandes documentalistas contemporáneos, un eterno humanista” (PaperStreet, Italia)

“Un fascinante y traumático camino en la reciente historia de Chile” (Cinevue.com) 

CONVERSACIÓN ENTRE FREDERICK WISEMAN
Y PATRICIO GUZMAN

PARÍS, 16 DE ENERO DE 2015

FRED : ¿Cuál es la relación de esta película con la precedente “Nostalgia de la Luz”?

PATRICIO : Creo que es un díptico. La primera está situada en el extremo norte y la segunda en el extremo opuesto. Tenía la idea de hacer algo en la Patagonia y quizás la tercera la voy a hacer sobre la cordillera de Los Andes, que es la columna vertebral de Chile y de América. Pero hasta ahora no tengo ninguna idea concreta ni tampoco sé si seré capaz de hacerla.

FRED : Me impresionó la belleza de la introducción.

PATRICIO : Hemos filmado en dos veleros al mando de Keri Lee Pashuk y Greg Landreth, tal vez los mejores navegantes de la zona, que han hecho más de 17 viajes a la Antártica. Nos llevaron a los glaciares más imponentes, a las grandiosas cordilleras de la Patagonia. Es un auténtico laberinto de islas. Hemos navegado muchos kilómetros desde el Seno del Almirantazgo hasta el Canal de Beagle.

FRED : Me gusta mucho cómo has reconstruido el mapa de Chile y cómo se desenrolla durante la secuencia.

PATRICIO : Hace mucho tiempo que mi amiga pintora Emma Malig inventa mapas de continentes irreales que ella denomina tierras de “errancia”, tierras de naufragios, tierras de exilio. En mi película “Salvador Allende” filmé por primera vez uno de sus territorios imaginarios. Ahora le pedí un mapa de Chile a escala de 15 metros de largo. Es como un animal prehistórico de color ocre. Es una obra única y admirable.

FRED : En mi opinión todas las buenas películas tienen siempre dos voces: una es la voz literal y la segunda es la voz abstracta y metafórica. Yo creo que en este caso la verdadera película existe entre el pasaje de una a la otra… ¿Puedes darme un ejemplo de cómo estas dos voces en tu película fueron conectadas?

PATRICIO : Cuando estoy en el montaje y termino una secuencia de dos o tres minutos, inmediatamente escribo un texto espontáneo para la voz en una hoja en blanco. Hago algunas frases y después las grabo sobre la imagen. De tal manera que esta voz completamente improvisada es siempre indirecta y otras veces informativa. La doy por terminada sin más reflexión. Enseguida paso a la secuencia siguiente. Hay una suerte de intuición en la historia que deseo narrar que ya existe en mi interior. Describir lo que tengo guardado adentro de mi después de tanto tiempo me parece fácil. Por supuesto al final hay que corregir y pulir.

FRED : ¿Por qué estás obsesionado por las historias del golpe de estado de Pinochet? ¿Por qué que crees que es tan importante, ya que cada vez vuelves sobre eso?

PATRICIO : No me puedo alejar de ese momento. Es como si hubiera presenciado en mi infancia el incendio de mi propia casa. Y que todos mis libros de cuentos, mis juguetes, mis objetos, mis historietas, hubieran ardido delante de mis ojos. Me siento como un niño que no puede olvidar ese incendio, que para mi sucedió hace poco. El tiempo transcurrido depende de cada persona. En Chile, cuando le pregunto a mis amigos si se acuerdan del golpe de estado, muchos me dicen que ya está muy lejos, que ya ha pasado mucho tiempo. En cambio para mi no ha pasado ningún tiempo. Es como si hubiera ocurrido el año anterior, el mes anterior o la semana anterior. Es como si yo viviera atrapado en una cápsula de ámbar, como esos insectos de la antigüedad que han quedado fijados para siempre adentro de una gota… Entonces algunos de mis amigos me dicen que yo “vivo en una especie de trampa”. Yo los contemplo y los miro y veo que la mayoría de ellos están más viejos que yo, más gordos que yo, más encorvados que yo. Entonces yo puedo verificar que me siento plenamente vivo en mi cápsula, en mi trampa.

FRED : ¿Tu crees que el público y los chilenos quieren olvidar estas cuestiones? ¿Es eso para ti una motivación, es decir, que no hay que olvidar nunca?

PATRICIO : Los más jóvenes están hambrientos por conocer todo lo que ocurrió. Sus abuelos, sus padres, sus profesores, en su mayoría no les han contado nada con los detalles verdaderos. Por eso ellos tienen un hambre de un pasado que no conocen con exactitud. Además pertenecen a una generación que no tiene miedo, están abiertos para entender lo que ha pasado. Hay un fuerte movimiento estudiantil en Chile. Entrevisté a algunos de sus líderes (Gabriel Boric, Giorgio Jackson). Para ellos el proyecto de Salvador Allende era un modelo… Para mi, el Chile “moderno” es bastante falso. Este Chile “moderno” es mucho más antiguo que el Chile que yo conocí cuando era estudiante. El Chile “moderno” es un país donde los homosexuales no tienen derechos, donde el aborto está prohibido, donde se vive bajo la Constitución de Pinochet.

FRED : ¿Y cómo se explica esto?

PATRICIO : La derecha ha mantenido una Constitución que tiene muchas trampas. Hasta hace muy poco tiempo, los votos de la oposición democrática nunca podían superar a los votos de la derecha. Ahora por fin se ha eliminado ese artículo de la Constitución. El país se volverá mucho más interesante, pluralista, democrático. Salvador Allende era precisamente eso: un hombre abierto, democrático y libertario.

FRED : ¿Por qué ha tomado tanto tiempo el hecho que la Constitución de Pinochet no se cambie?

PATRICIO : Pinochet abandonó el poder empujado por un movimiento popular. Esta agitación que había en los barrios populares, las universidades, los liceos, el centro de Santiago, etc., era tan potente que la CIA ordenó a Pinochet a organizar un referéndum para neutralizar esta eventual rebelión. Pinochet lo organizó y lo perdió. Al otro día llegaron los políticos profesionales al poder, quienes hicieron con los militares un pacto de silencio. Te estoy respondiendo de una forma muy esquemática porque se trata de un tema muy largo.

FRED : ¿Esto ocurrió porque el ejército estaba implicado?

PATRICIO : Nunca el ejército ha dejado de estar implicado en los asuntos chilenos hasta el día de hoy. Es la fuerza principal. La idea de este pacto de silencio vino probablemente de la influencia que tuvo Felipe González en el proceso de transición. El pacto que se realizó en España después de la muerte de Franco era hablar de todo menos de la memoria histórica y de las fosas comunes. En Chile la masa popular que luchó contra la dictadura fue apartada del poder. El control fue tomado por los partidos de centro-izquierda. Pero esta “izquierda” es una izquierda que se diluyó enormemente hasta el día de hoy. Es cierto que el el 40 por ciento de los crímenes de la dictadura han sido juzgados. Pero aún falta el resto. Los civiles implicados en la dictadura apenas han sido tocados. En el fondo, Chile es una gran isla solitaria donde la gente trabaja mucho, se esfuerza mucho, se levanta muy temprano, a veces los empleados tienen un solo traje que la señora plancha cada noche y se desviven por pertenecer a una clase media donde no hay felicidad. Creo que el golpe de estado gravitará durante un siglo. Es una isla sin derecho a huelga, sin libertad de prensa, con una iglesia que se entromete en los asuntos del Estado. Cuando yo estaba joven, la iglesia de Chile era una de las más tolerantes del continente. Por eso pienso que la verdadera “modernidad” republicana está muy atrás y no adelante.

FRED : En tu película actual ¿el mar tiene la misma función que el desierto en tu película precedente?

PATRICIO : Yo creo que si. Lo que es sólido en la película anterior es líquido en la nueva.

FRED : Se encuentran cuerpos en los dos lugares… ¿Son dos cementerios? ¿esto tiene una función literal o metafísica en ambas obras?… yo pienso que es una metáfora.

PATRICIO : En los dos sentidos. Me gusta trabajar la metáfora para alejar el documental de los medios convencionales y porque es un instrumento narrativo de gran riqueza que provoca la reflexión en las personas. Pero hay también una “función literal” porque los cementerios naturales existieron. La primera opción para hacer desaparecer los cuerpos fue el desierto, después fueron los cráteres de los volcanes y finalmente fue el océano amarrando los cuerpos a un riel de ferrocarril para que se hundieran sin dejar rastros.

FRED : ¿Es un piloto la persona que entrevistaste?

PATRICIO : Es un ex mecánico de los helicópteros PUMA. Fue el juez Juan Guzmán quién me dio la pista. La reflexión del magistrado era la siguiente: se han encontrado aproximadamente unos cien cuerpos en el desierto, ¿dónde están los otros?… hay dos posibilidades: en el fondo del mar o en los cráteres de los volcanes. Buscaron en el mar y el juez ordenó al inspector Vignolo que localizara los rieles en la costa de Quintero. En uno de los rieles encontraron el botón de una camisa. Este riel está en el museo de Villa Grimaldi. El juez Guzmán piensa que más adentro en el océano se podrían encontrar más rieles. Si existiera un barco submarino de gran talla se podría hacer una búsqueda profunda en los grandes fondos marinos y es seguro que iban a encontrar muchos más.

FRED : ¿Quién es el poeta Raúl Zurita?

PATRICIO :Para mi es uno de los mejores poetas del Chile de hoy. Es un creador fulgurante, extraordinario. Me gusta mucho cuando dice que los militares son cobardes. El me dio el ejemplo de Aquiles, de la guerra de Troya y del cadáver de Héctor, que fue devuelto a los troyanos porque era una cuestión de honor militar: sentir piedad por el adversario derrotado.

FRED : Hay en tu película algunos elementos que están entre la ficción y el documental porque tu pediste a la gente hacer ciertas cosas. Y hay una verdadera puesta en escena como en un filme de ficción. ¿Por qué lo has hecho?

PATRICIO : He hecho la reconstrucción de los rieles con los cuerpos porque lo había leído en un libro de un periodista (Javier Rebolledo) que había hecho una investigación muy detallada de esto. Yo hablé con el autor, quien me explicó estos hechos escondidos. Para mi, fue escalofriante ver el muñeco listo, ya preparado para ser lanzado al mar, porque parece un cadáver verdadero. También me produce una sacudida pensar que detrás de todo esto hubo una organización considerable para hacer desaparecer 1.400 personas. Si en cada vuelo iban nueve cuerpos significa que hubo muchas misiones. También hubo lanzamientos desde barcos. Hubo militares que aparecían en la noche en un puerto y obligaban al patrón de un barco pesquero a subir “paquetes” con cuerpos para lanzarlos al mar. Esto también pasó en lagos y ríos.

FRED : ¿Qué pasa cuando muestras tus películas en Chile?

PATRICIO: Hay gente que se interesa. Tengo un público que conoce mis películas. Deben ser unas cinco mil personas. Pero ningún canal las emite. Ocurrió una sola vez. Pasaron “Nostalgia de la Luz” a la una de la madrugada y con las bobinas cambiadas. Presentaron excusas y tuvieron que repetir la emisión, pero casi a la misma hora.

FICHA TÉCNICA

Guión, dirección: Patricio Guzmán.
Productora: Renate Sachse.
Montaje: Emmanuelle Joly.
Ayudante dirección: Nicolás Lasnibat.
Sonido directo: Álvaro Silva Wuth.
Música original: Miranda & Tobar, Hugues Maréchal
Fotografía y cámara: Katell Djian.
Fotografía auxiliar: Patricio Guzmán, David Bravo, Yves de Peretti, Patricio Gianfranco, Raúl Veas.
Fotografía fija: Martín Gusinde, Paz Errázuriz
Montaje sonido y mezcla: Jean-Jacques Quinet.
Productora Delegada y Consejera Artística: Renate Sachse
Productor Ejecutivo y Coordinador de la Producción: Adrien Oumhani
Productora Ejecutiva Chile: Verónica Rosselot
Coproductores: Bruno Bettati, Fernando Lataste, Jaume Roures Llop
Coproductores: Valdivia Film, Mediapro, France 3 Cinéma.
Filmada en 2K

©Atacama Productions, París
Francia – Chile – España
​82 minutos

DISTRIBUCIÓN FORMAL

Distribución en Francia: Pyramide
Ventas internacionales: Pyramide International

“Le Bouton de nacre”
le Chili, cet archipel mémoriel
Le cinéaste Patricio Guzmán filme avec bio l’histoire de son pays, dans toute sa violence et sa poésie.

Jacques Mandelbaum

Depuis son expatriation (à Cuba, en Espagne, puis en France), consécutive au coup d’Etat d’Augusto Pinochet en 1973, le Chilien Patricio Guzmán n’a eu de cesse de documenter l’histoire contemporaine de son pays. La trilogie La Bataille du Chili (1974-1979), réalisée avec la participation de Chris Marker, Le Cas Pinochet (2001) ou Salvador Allende (2004), est constituée de titres de films qui parleront aux cinéphiles, mais aussi à tous ceux qui portent un intérêt à l’Amérique latine ainsi qu’aux dictatures sanglantes mises en œuvre sur ce continent durant la guerre froide.

Pour Guzmán lui-même, cet inlassable accaparement par l’histoire de son pays était aussi, sans doute, une manière pour l’exilé de revenir par procuration dans le cours d’une histoire, tout à la fois intime et nationale, dont il avait été violemment arraché.

Esprit de l’exil

Qui pourra jamais dire, à moins de l’avoir vécu dans sa chair, ce qu’est ce sentiment de l’exil ? Cet arrachement brutal à soi-même, cette lancinante souffrance de ne plus pouvoir habiter le monde auquel on était destiné, cette habitude à prendre de vivre perpétuellement ailleurs que chez soi. Cette rupture peut pourtant dévoiler une face solaire : la mise à distance du nationalisme, la découverte du monde et de soi-même comme altérité, la célébration plurivoque et universelle de la vie. Si l’on s’en tient à ce que montre son cinéma, on émettra l’hypothèse que Patricio Guzmán est entré depuis peu dans cette phase solaire, douce, pacifiée de l’existence diasporique. Que l’esprit de l’exil le tenaille moins qu’il ne l’inspire, lui insufflant une manière différente de regarder le monde.

Ainsi, depuis Nostalgie de la lumière (2010), documentaire chef-d’œuvral réalisé après six ans de silence, Guzmán, à près de 70 ans, s’est soudain mis à filmer non plus les choses en soi, dans leur supposée identité, mais les choses entre elles, dans le rapport sinueux et invisible qu’elles entretiennent ensemble au monde, entre mémoire de la dictature, recherche astronomique et archéologie de la civilisation indienne.

C’est donc toujours au Chili que filme Guzmán, mais un Chili désormais référencé non plus seulement en termes politiques ou historiques, mais encore géographiques, anthropologiques, poétiques, cosmiques. Du cosmique au cosmologique, il n’y a qu’un pas, que Guzmán franchit aujourd’hui avec son nouveau film, Le Bouton de nacre, qui se révèle aussi magnifique que le précédent.

Ce bouton, objet dérisoire d’une fable documentaire dont le film retrouverait le fil tragiquement arraché, nous mène très loin vers le Sud, en Patagonie, aux antipodes du désert d’Atacama où se déroulait Nostalgie de la lumière. Là, à la pointe extrême de l’Amérique latine, se dessine l’entrelacs du plus grand archipel du monde avec ses paysages antarctiques bleutés, glacés, sublimes et extrêmes ; là se rencontrent aussi les eaux de la mémoire indigène et de la puissance colonisatrice, deux conceptions du monde orientées l’une vers le respect du monde et de la vie, l’autre vers la conquête de la puissance et l’épuisement des ressources. C’est à leur croisée que le réalisateur met en scène un film fluide et concertant qui oppose une cosmogonie indienne oubliée à la violence de l’Occident marchant de destruction en destruction.

Alchimie entre science et poésie

Tout cela passe, concrètement, par des histoires, des personnages, des lieux, des photographies, une pensée subtile qui les relie. Une histoire parmi d’autres : celle de Jemmy Button, l’indigène séduit par un bouton de nacre et ramené à Londres en 1830 par Robert FitzRoy, commandant de la marine royale britannique qui cartographia cette région et ouvrit la voie à la colonisation. On lui enseigne la langue de la reine mère, on l’habille comme il faut, on lui inculque les manières, on fait de lui un gentleman, puis on le renvoie chez lui. C’est évidemment le début de la fin pour sa civilisation, l’affaire ayant coûté à l’Occident le prix d’un bouton de nacre. Ce même type de bouton qu’on retrouve dans les fonds marins environnants, agglutinés aux coquillages qui ont colonisé les rails sur lesquels, au temps de Pinochet, on ligotait les opposants pour mieux les engloutir.

Entre ces deux boutons, le film nous raconte l’histoire d’une extermination continue, mais redonne figure aussi à une vision du monde scintillante, conçue par des hommes déguisés en esprits (photographies hallucinantes de l’Autrichien Martin Gusinde) qui pensent que les morts se transforment en étoiles. S’y adjoignent les témoignages de quelques rares survivants (Cristina Calderon, dernière représentante de l’ethnie Yagan), d’un philosophe (Gabriel Salazar), d’un poète (Raul Zurita), d’une artiste (Emma Malig).

Tels ces indiens assassinés qui nomadisaient au fil d’une eau qui porte leur mémoire, tels ces crucifiés océaniques de l’ère Pinochet transsubstantiés en coquillages nacrés, Patricio Guzmán invente pour ce film une alchimie qui réconcilie la science et la poésie, le rêve et la connaissance. Comme s’il voulait rendre un hommage en retour au plus cinéaste des philosophes, Gaston Bachelard, qui avait intitulé comme suit son fascinant ouvrage écrit en 1942 : L’Eau et les rêves. Essai sur l’imagination de la matière.

ENTRETIEN AVEC PATRICIO GUZMÁN

Photochimie d’un peuple disparu

Patricio Guzmán: C’est un enchaînement qui est un peu la porte d’entrée du film, sous le signe de l’eau. Il montre la planète, les traces photographiques des Indiens disparus et l’eau, qui est à la fois la matière dont est faite notre planète et qui était le mode de vie de ces Indiens du Sud extrême du continent, qu’on ne connaît qu’à peine, contrairement à ceux du Nord. Ils méritent d’être nommés : ce sont les Kawéskar, les Sélknam, les Aoniken, les Hausch, les Yamanas.

C’est un curé autrichien, Martin Gusinde, qui les a si merveilleusement photographiés entre 1900 et 1913. J’ai tenu à faire figurer ces photos, qu’on retrouve tout au long du film, parce qu’elles montrent qui sont ces gens, leur incroyable douceur, leurs croyances et leur cosmogonie, peintes à même le corps, et qui demeurent un mystère malgré les interprétations qui en ont été faites. Ces photos témoignent aussi de la dernière phase de leur vie collective. Vingt ans plus tard, c’est la fin définitive de ce monde. Tout un peuple qui est mort de faim, de froid, de maladie à la suite de sa rencontre avec les colonisateurs du pays. Il reste aujourd’hui dix-neuf survivants de ce peuple, dont j’ai filmé certains. Cet homme a photographié les Indiens de la meilleure façon possible.

De la possibilité d’une poésie hydraulique

Patricio Guzmán: Ce personnage s’appelle Claudio Mercado, il est anthropologue et musicien. C’est un spécialiste du chant des Indiens. Il leur a emprunté leur manière de chanter pour imiter l’eau. C’est très étrange. Quand je l’ai rencontré pour la première fois, on parlait des Indiens, puis tout à coup il m’a dit « je peux vous chanter quelque chose autour de l’eau ». Il a fermé les yeux, respiré profondément et lancé cette séquence d’onomatopées très étrange et très belle qui m’a surpris. C’est un personnage extraordinaire, qui donne des concerts de chant traditionnel qui connaissaient un certain succès auprès de la jeunesse. J’ai tenu à le re-filmer, mais à l’extérieur, au bord d’un courant. En adoptant cette coutume indienne, il est le seul finalement à pouvoir en quelque sorte restituer un son à ces photographies muettes.

L’assassinat océanique

Patricio Guzmán: Les morts indiens et les morts de Pinochet. Cette analogie n’était pas là dès le départ. Deux visites au musée l’ont suscitée. La première au musée de Punta Arenas, où je suis allé pour voir les photographies des Indiens. C’est là que j’ai pris connaissance de l’histoire de Jemmy Button, cet Indien qui avait accepté d’aller en Angleterre contre un bouton de nacre. Il en était revenu transformé, un an plus tard, devenu comme un martien parmi son peuple. Cette histoire était pour moi l’image qui annonçait la mort prochaine de cette culture. La seconde visite était au musée Villa Grimaldi à Santiago, où j’ai vu un de ces rails auxquels les tortionnaires fascistes attachaient les victimes avant de les noyer, avec un bouton de nacre collé dessus. Le raccord avec l’autre bouton s’est fait immédiatement dans ma tête et le film s’est construit sur ce rapport.

Mémoire de l’eau, parole de feu

Patricio Guzmán: Raul Zurita est un poète immense. Sans doute le possible continuateur de Neruda. C’est un poète qui a écrit une grande partie de son œuvre en relation avec l’océan et la cordillère des Andes. C’est un homme transporté. Il est assis devant vous mais il vous parle d’un autre monde, il appartient à une autre dimension. Au temps de la dictature, il a été emprisonné, et il a mis intentionnellement sa vie en danger, par le jeûne ou par des blessures corporelles dont il a gardé aujourd’hui de graves séquelles. C’est un lutteur épique. Ce qu’il dit sur l’histoire chilienne, et sur la responsabilité morale du mal commis envers autrui, est évidemment bouleversant. C’est un homme à la beauté tragique, qui rappelle ce pays.